sábado, 28 de julio de 2012

INIGUALABLE....DANIEL LUQUE

Triunfador de la pasada Feria de Santiago de Santander, Daniel Luque afronta esta tarde el primero de sus paseíllos en Cuatro Caminos. Torero de extraordinaria clase y controvertida personalidad, Luque fragua a fuego lento una segura figura del toreo. Lo digo sin miedo a confundirme. Únicamente queda esperar a que madure. Al...go difícil en los tiempos que corren. Y es que el enfermizo consumismo de nuestra sociedad no atiende a razones.

-Usted y Pablo Hermoso de Mendoza son los dos únicos toreros que repetirán paseíllo en Cuatro Caminos. Menos mal que aún quedan cosos donde el respeto al triunfador es máximo.

-¡Se agradece! Da gusto que en una plaza donde logras el triunfo vuelvan a contar contigo ¡por partida doble!. quizá en las dos mejores tardes del abono. Es digno de agradecer que aún queden gestores serios que respetan a los toreros que se ganan los contratos en los ruedos. el único sitio que debiera importar.

-Salvo en contadas excepciones, Santander es una de ellas, ¿las leyes no escritas del toreo han dejado de respetarse?

-Así es. Resulta preocupante. En un momento en el que son constantes las faltas de respeto externas a las fiestas y sus protagonistas, tampoco es buena señal que no nos respetemos entre nosotros. Mal camino llevamos. Es fundamental que se respete al torero que triunfa, al torero que cae herido, al torero que recibe la alternativa.

-¿Cómo recuerda su faena al ejemplar de Antonio Bañuelos al que le cortó las dos orejas en Santander el pasado año?

-Con un cariño enorme. Le voy a contar una anécdota: tengo un becerrito en casa que se quedó sin su madre y al que estoy criando como a un hijo ¿Sabe cómo se llama? ¡Lucero! Igual que el toro de Bañuelos de Santander, un toro extraordinario que me permitió expresarme en plenitud, con el que me sentí muy torero y que, en muchos sentidos, me cambió.

-Salvo en Cantabria, este año apenas le veremos en los cosos del norte de España. ¿Es la consecuencia directa de la ausencia de triunfos rotundos en los primeros abonos de la temporada?

-Bueno. no lo sé. Si así es, que sea; cada cual debe aceptar las responsabilidades y las consecuencias de sus actos. Por fortuna, en mi segunda actuación en Madrid pude reencontrarme con el éxito y se me han vuelto a abrir muchas puertas. Desde entonces son muy pocas las tardes que se me han escapado sin un triunfo.

-Como le sucedió a usted en Madrid, son muchos los toros de procedencia Atanasio Fernández-Lisardo Sánchez que están propiciando grandes éxitos en la presente campaña. ¿Comprende que ambos encastes fueran denostados sistemáticamente por muchos de sus compañeros de escalafón?

-Al final es como los toreros. También pasa que muchas veces se apartan a toreros que no se deben apartar. Las ganaderías del Puerto de San Lorenzo y Valdesfresno están donde están por merecimientos propios. No hay más que repasar los toros con los que las figuras del toreo han triunfado, siempre hay un toro de estas ganaderías.

-¿El lacónico premio venteño -una oreja- difuminó de cara a la opinión pública sus notables trasteos?

-Quién sabe. igual en mi próxima comparecencia tengo que hacer más cosas para que se terminen entregando plenamente. Al final las orejas dan un poco igual. Soy de los que creo que el toro termina poniendo a cada cual en su sitio. Del mismo modo que le digo que me considero un privilegiado, con lo difícil que está todo, este año mataré entre cuarenta y cincuenta corridas de toros. Lo importante es que termine llegando al sitio que quiero llegar.

-¿A dónde quiere llegar?

(Risas) ¡Menuda pregunta! Ahora mismo tampoco tengo claro dónde quiero llegar. Prefiero no pensarlo, si lo hago se me pone todo muy cuesta arriba. Quiero que el camino surja poco a poco, no decía el poeta que se hace camino al andar ¡pues algo parecido!

-¿Siente que usted es su principal enemigo?

-Puede ser. ¿o no? (risa guasona) No sé. Lo que tengo claro es que por mí no va a quedar.

-Cambiemos de tercio. En Santander lidiará reses de Núñez del Cuvillo y Torrestrella, dos de sus ganaderías predilectas, ¿satisfecho?

-Mucho, son dos ganaderías de mi predilección. Torrestrella está atravesando un extraordinario momento, su regularidad es brutal. Don Álvaro está trabajando mucho por recuperar su sitio y, por lo visto, en los ruedos va por el buen camino. Y Cuvillo es una ganadería consagrada. Tiene el deber de que le embistan unos pocos de toros.

-Su segundo paseíllo lo compartirá con Juan José Padilla y 'El Fandi'. Entre nosotros, lo del Ciclón de Jerez es muy fuerte, ¿no?

-Uffff (largo silencio). ¡Es ejemplar! Muchas veces le observo en la plaza y pienso que yo jamás lograría sobreponerme a tantas adversidades. Solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta. Me alegro que esté ocupando el sitio que siempre mereció y de que cumpla todos sus sueños.

-En los casos recientes de Padilla y 'El Chano', ¿los habitantes del planeta taurino están volviendo a ofrecer una lección de solidaridad?

-Por ahí, en algunos sitios, nos llaman asesinos. pero las mejores personas que conozco son toreros. Los toreros siempre nos volcamos con nuestros compañeros; en el fondo, fuera del ruedo somos una gran piña, por eso no pueden con nosotros.

-Una duda, admirada la lección de pundonor y la capacidad de sacrificio y sufrimiento de Juan José Padilla, ¿por qué los toreros son relegados por nuestros deportistas como iconos de nuestra juventud?

-Para ser torero hay que ser de otro mundo. Los toreros somos de otro planeta. Y no es fácil que venga mucha gente de otro planeta. De todos los que empiezan a torear, a los que llegan ¡menuda es la criba! Cuando asumes la verdad de la fiesta, su exigencia y sacrificio, el alto precio que puede suponer. Ya le digo que hay que ser un superdotado.

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